Javier Urdaci Uceda | Arquitecto Técnico

El primer señor de Butrón aceptado fue Juan Pérez o López, casado con doña Emilia de Estrada quien fundó su casa en el lugar de Butrón en el siglo XIII. La antigua torre de Butrón fue levantada a mediados del siglo XIV.LA erección de esta primitiva construcción fue posterior a la orden de Doña María Díaz de Haro de fortificar las casas-torre de Vizcaya (1332) y anterior al asedio de las tropas del rey Enrique III sobre la torre de Butrón (1393). Por lo demás, la mayor parte de las torres conservadas en Vizcaya corresponden a esa época y al siglo siguiente. A lo largo de los siglos XIV y XV, los Butrón se vieron inmersos en una innumerable serie de luchas intestinas y en las célebres guerras de banderizos entre oñacinos y gamboínos. En nuestra provincia, la pacificación y solución de este conflicto fue consecuencia del reconocimiento por parte de ambos bandos de Isabel la Católica como reina de Castilla y señora de Vizcaya a finales del siglo XV. A partir del siglo XVI , los señores de Butrón se afincaron en el mundo de la corte del reino y, poco a poco, abandonaron el castillo de Gatica. Este último perdió la finalidad bélica con la pacificación y pasó a tener un carácter exclusivamente doméstico como centro de un núcleo agropecuario. Este factor motivó las anexiones y reformas que sufrió este primitivo edificio con el paso de los años. La evolución de la antigua Torre de Butrón siguió en parte esta misma línea, puesto que sufrió sucesivas anexiones y reformas tras la finalización de las guerras. Este proceso llegó a su punto álgido y determinante con la intervención del Marqués de Cubas en 1879. El proyecto de intervención en la Torre de Butrón, firmado por el Marqués de Cubas, fue realizado en 1878. Por entonces, los criterios de Viollete Le Duc en cuanto a restauraciones estaban plenamente aceptados entre la mayoría de los arquitectos españoles. Las doctrinas del arquitecto francés permitían, como vimos, otorgar a un edificio mediante una intervención arquitectónica una configuración que no tenía que coincidir necesariamente con la que había tenido en el momento de su construcción. Lógicamente, esta teoría daba rienda suelta y favorecía la libertad y la inspiración del restaurador.

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​El objeto de este proyecto es la restauración del castillo de Butrón, manteniendo el uso de vivienda. El edificio goza de la máxima protección: Bien de Interés Cultural. La intervención es respetuosa con el monumento, con su apariencia y con sus técnicas constructivas. El objetivo es la puesta en valor del mismo, así como la adecuación interior, ya que casi no ha sido usado por lo que las estancias interiores presentan relativo estado de abandono, sobre todo las de las plantas más elevadas (tercera, cuarta y quinta). La distribución espacial se mantiene. En planta baja se localiza el acceso. En planta primera parecen los salones nobles, espacios de recibir, y la capilla (desacralizada), además de la zona de comedor, ligada a la cocina de la entreplanta. En planta segunda aparecen más salones de estar. Y es en las plantas tercera, cuarta y quinta, donde se encuentran los dormitorios con sus baños. Son espacios mucho más domésticos, con alturas libres más reducidas. Cabe señalar que la apariencia que presenta el castillo en su interior se mantiene. Las estancias nobles presentarán el mismo aspecto, salvo por el mobiliario.

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